lunes, 25 de noviembre de 2013

Mujer y compromiso: hacia un nuevo bienestar


España fue un Estado del Bienestar hasta hace muy poco. Cuando se fue hundiendo poco a poco la economía del ladrillo y la población fue asumiendo los golpes: las bajadas de sueldo, las despedidas masivas, la privatización de los servicios, los sueldos bajo cuerda de los políticos -elegidos democráticamente-; seguimos hacia adelante.
Pero ya algunas personas no pueden (¿o no podemos?) seguir viviendo.  Literalmente, porque la falta de asistencia sanitaria y el coste de los medicamentos hace que muchas personas mueran antes, que muchos  niños no coman lo suficiente cada día, que haya que entregar alimentos para que muchas familias puedan tener tres comidas diarias, que tengamos que ver cada día con mayor frecuencia, personas que piden en las calles. Y no son inmigrantes, drogadictos, marginados, como  acostumbran a denominar aquellos que no entienden nada de lo que está pasando.

Los que piden, los que soportan, los que sufren…somos todos, familias que sobreviven con la jubilación de sus mayores, o su ayuda cuidando a los nietos, personas que han perdido su trabajo, que solo tienen una pensión mínima, que habían considerado a este país una oportunidad ¿se habrá perdido definitivamente esa oportunidad?...

La responsabilidad de la pobreza es la economía neoliberal, sustentada por mercados financieros que no ven ni sienten dolor, muy mal manejada (bien manipulada para ellas)  por empresas transnacionales de índole financiera,  por la acumulación fraudulenta de los bancos, regalar hipotecas alegremente, malas inversiones privadas, falta de apoyo a las PYMES, acumulación de riquezas por parte de algunos, la desigualdad en la redistribución de la riqueza. Y por supuesto, de la  miserable actitud de los que abren cuentas en bancos de paraísos fiscales, con dinero que han sustraído en nuestro país a través de las cuentas ilegales de los partidos políticos, de los ERES falsos, de pagar miserias a los empleados.
Y entonces damos muestras de solidaridad repartiendo alimentos, ropa y ayudas, sabiendo que esa no es la solución (o lo es por unos días…) sino un cambio de rumbo del país, un cambio de forma de asumir la economía. Con apoyo a PYMES, emprendedores, a inventores e investigadores. Pero sobre todo, que nos impliquemos todos en la necesidad de inventar modelos nuevos sin más retraso o justificaciones personales, ¡ahora mismo! Con menos envidias personales donde encuentren apoyo aquellos que de verdad son creadores de proyectos, de  ideas, de riqueza y de tal vez, un nuevo bienestar. 

Ya que al anterior parece que no es posible volver la cabeza.
¿Dónde se sitúa la mujer ante ese “nuevo bienestar”?
El nuevo bienestar -como lo denomino-  no puede mirar hacia atrás. Debe mirar hacia adelante y hacia la mujer -compañera, madre, abuela, amiga- como creadora,  artista, profesional, emprendedora y empresaria. Defendiendo el lugar de cada una y de cada uno, en  igualdad de oportunidades.

 La economía y la crisis de los últimos años se han visto favorecidas por una desmedida ambición masculina, en la que también cayeron muchas mujeres.  La nueva visión debe ser diferente, con una mirada social -no sólo de marketing social, que vende mucho-  sino verdadera y respetuosa con las habilidades, que no favorezca puestos o privilegios, sino capacidades, y sea además, un apoyo y empuje de aquellas personas que no puedan o no sepan tomar decisiones. Personas que pueden tener eso sí, enormes virtudes e ideas.  Será posible a través de la educación de nuestras niñas y niños en valores humanos que tengan en cuenta la libertad personal y de ideas y el respeto por las diversidades, la capacitación de las mujeres y hombres que tienen que adaptarse y encontrarse en esta nueva condición.
-          La mujer cuando hay que sacar una propuesta adelante, sabe apoyar sin presionar, aconsejar sin criticar y completar lo que falta.  Por lo tanto, consolidemos una nueva forma de crear, demos paso a la mujer con todas sus capacidades, que donde ella esté, habrá lugar para la  implicación, creatividad, la esperanza y un  nuevo bienestar. Y sobre todo y con todas, seamos parte de este cambio.