jueves, 9 de enero de 2014

Las mujeres y su empoderamiento en la sociedad patriarcal

Artículo de Rosa María Casero Burgos, delegada de Acción para el Desarrollo y la Igualdad en Andalucía (Sevilla) y en Ciudad Real. Es experta en género, cooperación internacional y acción social. Trabaja con nuestra organización en la coordinación de actividades y en especial, en temas relacionados con mujer, creatividad e igualdad,


Antes de empezar, quiero exponer una frase de Linda Mayoux que define el empoderamiento femenino como: “el proceso en marcha a través del cual las mujeres obtienen igualdad de derechos, poder y recursos como los hombres”[i]

Me gustaría  centrarme en la expresión “empoderarse  para conseguir poder” como el de los hombres. Mis preguntas iniciales son las siguientes, ¿Es el poder un medio para conseguir la igualdad?, ¿Por qué siempre hablamos de dar poder a la mujer?, ¿De qué poder estamos hablando?

Empoderar significa conseguir poder social, económico, cultural o político, para estar en equilibrio con respecto a otros colectivos. En nuestra sociedad, se intenta empoderar a las mujeres para que consigan la igualdad con respecto a los hombres.

 El primer concepto importante es el de igualdad. Porque la desigualdad es una realidad que nos rodea, que a veces es visible, pero otras muchas se oculta -aunque eso no significa que no exista-. La sociedad  está tan acostumbrada a ella, que no nos damos cuenta de todos los casos en que ocurre.

Es por ello, que el empoderamiento es un paso importante que hay que llevar a cabo en nuestro entorno, en nuestra sociedad patriarcal, para que poco a poco a los hombres y a las mujeres se les mire como personas iguales en derechos, capacidades y habilidades, en su  diversidad cultural, social y laboral. Sobre todo, se deben incorporar sus voces, sus necesidades y sus puntos de vista en un plano de igualdad.

El primer paso para empoderar, es saber que existe desigualdad, pero no debemos olvidar que empoderar es aportar capacidades para equiparar. El poder es un término de la sociedad capitalista: quien tiene poder es quien domina al sumiso; crea superioridad y hoy en día,  nos acerca hacia la felicidad -esto es lo que se  nos dice-

Para acercarnos a la igualdad, es necesario en primer lugar, un importante aporte de recursos que a las mujeres se les ha negado, durante toda su historia, apareciendo siempre en un segundo plano con respecto al hombre, con un rol de cuidadora, sustentando a la sociedad, pero siendo invisible a su entorno. Sin que la sociedad se diera cuenta, realmente, de su papel de pilar de la sociedad.

Cansadas de ese rol,  las mujeres hemos luchado -y seguimos luchando- para conseguir esa igualdad, esa condición que nos equipare a los hombres. En un sistema patriarcal y donde el poder tiene diferentes matices y caminos para ser alcanzado, posiblemente, el que lleguen a tener las mujeres no será el mismo que ,en la actualidad,  tienen los hombres. Pero de lo que sí estamos seguras es que todos están relacionados, ya que si tienes poder material o político, puede ser que también tengas poder social -y viceversa-.

Es por ello, que es complejo establecer “de qué poder estamos hablando” exactamente cuando decimos “empoderar” a las mujeres dentro de un sistema que tiene como base una estructura patriarcal. Pero eso que lo hace difícil y complejo es también lo que le dará contenido diferente y pondrá en su lugar aquello que aún se está vislumbrando -y es además diferente en cada sociedad, de acuerdo con su historia, cultura y sociedad-.

Habrá que recorrer todavía un difícil y  largo trecho. Pero para ello todavía es necesario completar el desarrollo de un conjunto de conceptos nuevos, y con ellos, y a través de ellos, recorrer el difícil camino de la igualdad. Pero sin  olvidar, en ningún caso, que cuando se pretende dar pasos  -pequeños o grandes- para la igualdad, tanto las mujeres como los hombres deben caminar juntos.

 

 




[i] Comentarios de la Visión de Linda Mayoux por Ellie Bosch, I/C Consultora. El micro-crédito necesita una nueva agenda para el empoderamiento de la mujer. La Haya BO-660i/02-37. Julio 17, 2002. P. 8.

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